Se impulsarán iniciativas que, además de proteger a las personas consumidoras más vulnerables, visibilicen el impacto ambiental del consumo y “cambien el paradigma”.
El ministro de Consumo, Alberto Garzón, ha señalado recientemente en un encuentro presidido por el comisario de Justicia y Consumo de la UE, Didier Reynders, que el cambio climático es “un motivo de preocupación cada vez mayor” en Europa y, especialmente, en los países mediterráneos como España. Por este motivo, ha considerado crucial propiciar iniciativas que consigan cambiar el paradigma y con las que, además de proteger a las personas consumidoras más vulnerables, se visibilice el impacto ambiental que tiene el consumo. Según ha señalado Garzón, el consumo no es sólo una relación técnica entre dos partes. Es también una relación social que implica costes y que tiene consecuencias, por lo que los hábitos de consumo no se pueden analizar únicamente desde el lado de la oferta, sino también desde el de la demanda.
De este modo, el ministro ha defendido que una ciudadanía “mejor informada” sobre el impacto ecológico que tienen los actos de consumo es también una ciudadanía que “toma mejores decisiones”. Así, el ministro ha señalado el derecho a la información como otro de los pilares que nuestro país impulsará durante su mandato al frente del Consejo de la UE. Además, ha avanzado que se fomentará una agenda legislativa que permita desarrollar los objetivos de la Nueva Agenda Europea del Consumidor. Igualmente, España continuará impulsando los derechos de los consumidores en las cuestiones relacionadas con las garantías mínimas obligatorias, los repuestos y el derecho a reparar. El objetivo es construir un modelo de consumo más sostenible y saludable que permita dejar un legado mejor a las siguientes generaciones, y en el que la ciudadanía pueda ser más corresponsable y tenga mejor información. Otros de los retos europeos en el que ha incidido Garzón ha sido el coste que están soportando las familias debido al encarecimiento de los alimentos y la energía.
Tanto el impacto ecológico del consumo como la desigualdad de la población provocada por la inflación requieren de acciones urgentes coordinadas a nivel europeo, según Alberto Garzón. De esta forma, hay que seguir trabajando en reformar el mercado eléctrico para abaratar las facturas de los hogares y crear mecanismos que controlen y pongan freno al encarecimiento de la cesta de alimentos básicos y saludables.
Fuente de la información: La Moncloa
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