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Garantías

La normativa europea ofrece una serie de garantías a los consumidores cuando compran en otro Estado Miembro. De esta forma, el vendedor está obligado a reparar, sustituir, hacer un descuento o reembolsarle el importe de su compra siempre que el producto esté defectuoso o no corresponda a lo anunciado.

Adicionalmente, si la compra del producto o servicio se ha realizado a distancia (online, por teléfono, correo o venta a domicilio) o fuera de un establecimiento comercial, las personas consumidoras tienen derecho a anular y devolver el pedido en un plazo de 14 días, por cualquier motivo y sin justificación alguna

Asimismo, la normativa de la Unión Europea que protege a las personas consumidoras deberá aplicarse también a las compras online realizadas a vendedores establecidos fuera de la UE, cuando su actividad comercial se dirija a los mercados europeos.

Desde el uno de enero de 2022, en España, la garantía obligatoria de los bienes de consumo (garantía legal mínima) se amplía de dos a tres años

En cualquier caso, las garantías comerciales que se incluyan en la publicidad asociada prevalecerán sobre las de la declaración de garantía legal si son más beneficiosas para el consumidor.

En los productos de segunda mano comprados a un vendedor profesional, el plazo de la garantía también se amplía, de forma que el comprador y el vendedor pueden acordar un periodo de garantía menor de tres años, en lugar de los dos años anteriores pero, en ningún caso, podrá ser inferior a un año. No obstante, debe tenerse en cuenta que los productos comprados a particulares o en subastas públicas no están cubiertos.

En algunos países de la Unión Europea, el comprador y el vendedor pueden acordar un periodo de garantía distinto. En cualquier caso, deberá informarse de ello al comprador en el momento de la compra.

Por su parte, los productos tangibles con contenido o servicios digitales disponen de una garantía legal mínima de dos años.

Debe tenerse en cuenta que el periodo de garantía empieza a contar a partir de la fecha de recepción del producto.

Para conocer de forma detallada los derechos de las personas consumidoras en cada Estado miembro, deberán consultarse las normas específicas sobre garantías legales y comerciales en el país donde se realice la compra.

La falta de conformidad es aquella situación en la que el producto o servicio no se ajusta –total o parcialmente- a las condiciones de uso normal. Es el caso, por ejemplo, de un producto que no se corresponde a la descripción realizada por el vendedor o que está defectuoso.

La carga de la prueba es un principio jurídico que señala, en este caso, a quién corresponde probar la existencia de la falta de conformidad.

En España, salvo que se demuestre lo contrario, se presumirá que las faltas de conformidad de los productos nuevos ya existían cuando se entregó el bien siempre que se manifiesten en los dos años siguientes a la entrega del bien.

En el caso de los productos de segunda mano, este plazo no podrá ser inferior a un año.

En lo que se refiere a los productos con elementos digitales, durante el primer año se presumirá que las faltas de conformidad ya existían cuando se entregó el bien o servicio, tanto si se presta en un acto único o en una serie de actos individuales. Cuando el contrato prevea el suministro continuo durante un período de tiempo determinado, la carga de la prueba recaerá sobre el empresario cuando se manifieste durante el tiempo que deban suministrarse los contenidos o servicios digitales.

Las personas consumidoras tienen derecho a que los bienes se pongan en conformidad mediante su reparación o sustitución en un período de tiempo razonable desde que el consumidor informa de la falta de conformidad.

Durante el tiempo que se ponga el bien, el suministro de contenido o servicio digital a disposición del comercio para solventar la falta de conformidad, el tiempo de la garantía quedará suspendido. Se reanudará el plazo de la garantía cuando se entregue el bien sin la falta de conformidad. Durante el año posterior a la entrega del bien, el suministro de contenido o el servicio digital ya conforme, el comercio responderá de las posibles nuevas faltas de conformidad que surjan por el mismo defecto.

Cuando el vendedor no haya completado la reparación o reemplazado el producto, las personas consumidoras tienen derecho a una rebaja en el precio a la rescisión del contrato.

Como norma general, el consumidor tendrá derecho a una reducción del precio o al rembolso tras un solo intento fallido de reparación. La reducción del precio será proporcional a la disminución del valor de los bienes.

No se podrá solicitar la rescisión del contrato si la falta de conformidad es menor y será responsabilidad del vendedor demostrarlo. La rescisión podrá ser parcial.

Los establecimientos comerciales o los fabricantes ofrecen a menudo sus propias garantías comerciales adicionales, que pueden estar incluidas o no en el precio del producto.

Pueden proporcionar una protección mejor pero no pueden nunca sustituir o reducir la garantía legal mínima. Del mismo, si una tienda vende un producto nuevo más barato especificando que “no tiene garantía”, esto tan solo significa que el comprador no disfruta de ninguna cobertura adicional, pero sí dispone de la garantía que, por ley, están obligados a ofrecer por faltas de conformidad.

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