La reventa de entradas online es una práctica en la que los consumidores pueden encontrarse desprotegidos. Por eso, el Gobierno de España está trabajando en la elaboración de un proyecto de Disposición de carácter general sobre las actividades de venta y reventa telemática de entradas para espectáculos culturales con el fin de garantizar la defensa de los derechos de los consumidores y usuarios, el acceso a la cultura, así como otros aspectos como la seguridad pública. En esta misma línea, la autoridad que vigila la competencia y los mercados en Reino Unido -la CMA (Competition and Markets Authority)- ha adoptado medidas legales contra la plataforma de reventa de entradas Viagogo al no cumplir con la normativa que protege a los consumidores.
Principales problemas de la reventa:
Dificultad para saber si la web es de venta o de reventa.
Dificultad para conocer cuál es el precio nominal de la entrada (precio original fijado por el organizador), las comisiones y recargos aplicables de la reventa (esta información solo suele ofrecerse al finalizar la compra) o el porcentaje de las entradas vendidas directamente por el promotor.
Además, en las plataformas online de reventa, la información sobre la localización de la butaca (sección, asiento, fila, etc.) tiene carácter opcional y, si existe, se indica de forma aproximada.
Hay que tener en cuenta también que las prácticas comerciales con información falsa o que induzcan a error al consumidor -incluso cuando la información sea correcta- así como omitir información sustancial podrían ser consideradas prácticas engañosas.
Principales fraudes detectados en las plataformas de reventa online:
Debido al desvío producido desde los canales de venta telemática oficiales a las plataformas online de reventa. Para ello, los brokers o proseller (profesionales de la reventa) utilizan técnicas para disponer de la práctica totalidad de las entradas lo que deja al consumidor en una situación de desventaja.
Debido a la falta de trazabilidad en la reventa.
Debe facilitar información clara, legible, veraz y comprensible. Debe informar si aplica alguna restricción de entrega y las modalidades de pago aceptadas. Cualquier ambigüedad se interpretará a favor del consumidor y las condiciones injustas no serán vinculantes.
Todas las tasas, impuestos y gastos deben estar incluidos en el precio inicial ofertado incluidos los gastos adiciones de entrega, transporte o cualquier otro gasto adicional.
Deberá informarse de las vías para reclamar.
Aparecer en las primeras posiciones en los rankings de los buscadores de Internet no significa que la web sea un canal oficial o fiable. Puede que sean anunciantes que pagan por sus contenidos.
Normalmente las plataformas de reventa de entradas se anuncian como mercado secundario, sitio de compra-venta, mercado de reventa o plataforma colaborativa. Además, suelen ocultar la ubicación exacta de las entradas.
Sin embargo, en ocasiones, determinados organizadores de espectáculos encargan la distribución de las entradas directamente a las empresas de reventa. En esos casos, la plataforma no opera como una plataforma de reventa entre particulares, sino como una empresa de “venta telemática de entradas”. Compruebe siempre cuáles son los colaboradores de venta oficial (oficial ticketing partners) en la web oficial del organizador.
Estas plataformas reciben habitualmente comisiones, son destinatarias de los pagos e incluso prestan servicios accesorios por lo que deben considerarse como empresas que prestan servicios o bienes a los consumidores. Por eso, deberían ofrecerles las mismas garantías y derechos legales que cualquier otra empresa ya que no se trata realmente de un modelo de “economía colaborativa” sino de una “economía de plataforma” entre empresas y consumidores.
Compre en páginas web con protocolo seguros (https).
Desconfíe de aquellas que tienen fallos de diseño o faltas de ortografía. Busque referencias y opiniones y, en caso de duda, desconfíe.
No envíe dinero en efectivo y dude de las páginas que solicitan transferencias o giros bancarios.
Pague con tarjeta a ser posible de recarga, autónoma a la cuenta bancaria y exclusiva para pagos online.
Guarde todos los documentos relacionados con la compra.
Es frecuente encontrar plataformas online que utilizan tácticas comerciales agresivas para presionar al consumidor a realizar una compra impulsiva. Expresiones como “últimos días”, “última oportunidad” o “las estradas se están agotando” son solo técnicas de marketing cuyo objetivo es conseguir el mayor número de ventas posible.
¡Cuidado! En este caso no se aplicarán los derechos que tiene como consumidor. La plataforma online deberá informar de forma clara quién vende las entradas.
Salvo acuerdo contrario, se entregarán las entradas al consumidor en un plazo máximo de 30 días. Si no se reciben en este plazo, el consumidor podrá acordar un plazo adicional adecuado a las circunstancias y, si no se cumpliera, el consumidor tendrá derecho a resolver el contrato.
Además, si el consumidor informa al comerciante, antes de la celebración del contrato, de que es esencial la entrega en una fecha determinada y el comerciante no cumple con el plazo acordado, el consumidor tendrá derecho a resolver el contrato de inmediato y a la devolución de los importes pagados.
La práctica totalidad de la legislación autonómica española en materia de espectáculos públicos reconoce el derecho de los consumidores a la devolución total o parcial del importe abonado por las localidades cuando el espectáculo actividad recreativa se suspenda o sea modificado sustancialmente, salvo que sea por fuerza mayor.
No. Como norma general en las compras a distancia o fuera del establecimiento, el consumidor tiene derecho a rescindir el contrato sin necesidad de justificar su decisión (derecho de desistimiento). Para ello, tiene un plazo de 14 días naturales (periodo de reflexión) para devolver la compra y recuperar el dinero sin penalización.
Sin embargo, existen algunas excepciones. Así, el derecho de desistimiento no se aplica en la compra de entradas para espectáculos o en los contratos de servicios relacionados con actividades de esparcimiento si éstos prevén una fecha o un periodo de ejecución específicos.
Por lo general, las entradas permiten al portador acceder al recinto. Sin embargo, puede haber entradas nominativas. Aquí, el comprador debe identificar al “asistente titular” con nombre y apellido. Todos los acompañantes tendrán que entrar al recinto junto con el “asistente titular” y si este no puede acudir, no podrá cedérselas a nadie y los acompañantes perderán también el derecho de entrada. Para evitar estas situaciones, el consumidor podrá adquirir un seguro.
En caso de problemas con las entradas compradas como parte de un viaje combinado, reclame al organizador o minorista del viaje. Ellos son los responsables de los servicios incluidos en el viaje.
Salvo excepciones, los consumidores europeos tienen derecho a realizar compras transfronterizas en línea dentro del espacio económico europeo sin ser discriminados injustificadamente por motivos de nacionalidad, lugar de residencia o por el lugar de establecimiento. De esta forma, deberá garantizarse también la igualdad en el acceso a la compra online de billetes –por ejemplo- para acontecimientos deportivos, los billetes de entrada a festivales o parque de atracciones. Pero cuidado, algunos países europeos como Francia y Bélgica contemplan distintos niveles de prohibición de reventa habitual en su ordenamiento jurídico e Irlanda está tramitando una nueva normativa para prohibir la reventa de entradas por encima del valor nominal para eventos deportivos y de entretenimiento. En España, distintas comunidades autónomas contemplan en su legislación prohibiciones expresas a la reventa. Galicia, por ejemplo, ha prohibido de forma expresa la reventa telemática.
Antes de facilitar datos personales, debe comprobarse la finalidad para la que se recaban y que el procedimiento de acceso, rectificación, supresión, portabilidad, limitación del tratamiento y oposición sea sencillo.
Las casillas para dar el consentimiento no pueden estar pre-marcadas.
No deben facilitarse más datos personales de los necesarios para la compra y/o entrega a domicilio.
Los datos de menores de 14 años no se pueden tratar sin el consentimiento de los padres o tutores.
Mejor comprar a empresas europeas.
Los derechos de los consumidores recogidos en la legislación europea, en principio, se aplican cuando la empresa tiene su sede en la Unión Europea o cuando las compras se realizan a vendedores establecidos fuera de la UE que centren sus actividades comerciales en los consumidores europeos si bien, en estos últimos casos, pueden surgir dificultades a la hora de hacer valer los derechos de los consumidores.