El proyecto europeo #ReFashionNow insta a evitar el desperdicio en la industria de la moda y luchar por un mejor planeta dando una segunda oportunidad a la ropa de segunda mano
Actualmente, la producción textil es responsable de la contaminación del agua y la producción de gases dañinos para la atmósfera. Según un estudio del Parlamento Europeo,para producir una camiseta de algodón se necesitan 2.700 litros de agua, el equivalente a la cantidad de agua que toma una persona promedio en dos años y medio . Asimismo, la producción de prendas de ropa requiere del uso de productos como los tintes, responsables del 20% de la contaminación del agua potable de todo el planeta. Y, durante este proceso, las microfibras pueden llegar a desprenderse de las prendas, acabar en el océano y afectar al ecosistema marino. De este modo, el sector textil es el cuarto con mayor impacto en el medioambiente y en el cambio climático solo por detrás del sector alimentario, las viviendas y el transporte. Solo en Europa, cada persona desecha al año once kilos de ropa, lo que significa que cerca de seis millones de toneladas llegan a las basuras y solo un uno por ciento de estos textiles se reciclan para crear nuevas prendas.
En este contexto, nos encontramos -además- con que los precios de la moda, en algunos casos, son cada vez menores, lo que permite renovar la ropa más a menudo. Esto es debido, principalmente al desarrollo de la producción en masa, el abaratamiento de los distintos procesos de fabricación y la mejora en los transportes y la globalización . Todo ello, junto con el desarrollo del comercio en línea, ha facilitado el intercambio más rápido de mercancías y el acceso a mercados de todas las partes del mundo. Igualmente ocurre que algunos de estos mercados ofrecen precios que podrían estar incluso por debajo de los costes de producción en los países europeos, pero con estándares que no cumplen con las normativas. Según los datos del mismo estudio , el consumo de los europeos ha aumentado hasta un 40% desde 1996 y aunque en gran parte la ropa que ya “no sirve” es reutilizada, la mayoría acaba en vertederos y sin posibilidad de darle un nuevo uso . Incluso, en ocasiones, esta gestión de residuos acaba convirtiéndose en un problema para los gobiernos que no saben o no tienen los recursos para gestionarlos.
Los ciudadanos están empezando a tomar conciencia de esta situación, lo que está provocando un cambio de tendencia en la forma de consumir moda, y que cada vez sea más habitual comprar y usar ropa reciclada o de segunda mano en Europa. Para impulsar este cambio, la campaña #ReFashionNow de la Comisión Europa insta a evitar el desperdicio y luchar por un mejor planeta mediante la concienciación. Con esta iniciativa, los consumidores podrán convertirse en un modelo a seguir gracias al filtro fotográfico ReSet the Trend con el que podrán compartir fotografías en Instagram en las que aparecerán como auténticos influencers convertidos en portada de revistas de moda.
Además, la página web de la campaña contiene consejos e ideas para combatir los efectos negativos de la industria textil y ayudar a las personas consumidoras a generar una economía textil circular y comprar moda de una forma más sostenible y responsable:
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