Los fabricantes pueden negarse a reparar dispositivos “liberados”. Además, los terminales quedan más expuestos a ataques maliciosos.
El Centro Europeo del Consumidor en España (CEC-España) advierte a los consumidores que “liberar” los teléfonos móviles o tabletas –acción conocida técnicamente como “jailbreaking” en los dispositivos iOS o “rooting” en los terminales Android- supone la pérdida automática de la garantía del fabricante del dispositivo.
Según el Instituto Nacional de Ciberseguridad, dependiente del Ministerio de Economía y Empresa, en estos casos, Apple se está negando incluso a reparar sus dispositivos con “jailbreaking” al igual que podrían hacerlo los fabricantes de terminales Android con “rooting”.
Asimismo, la práctica de “jailbreaking” o “rooting” puede provocar que los dispositivos sean más vulnerables y sufran, más fácilmente, ataques maliciosos de aplicaciones. De esta forma, los datos que contenga el móvil o tableta podrían quedar desprotegidos y el correcto funcionamiento del terminal podría verse limitado. Además, en muchas ocasiones provoca que el consumidor no vuelva a recibir actualizaciones automáticas.
Sin embargo, hay que señalar que tanto el “jailbreaking” como el “rooting” son legales en Estados Unidos desde el año 2010. En España también están permitidas estás prácticas salvo que se lleven a cabo con ánimo de lucro o se utilicen para ejecutar aplicaciones de pago de forma gratuita.
Actualmente, la normativa europea ofrece una serie de garantías a los consumidores. Cabe destacar la garantía legal mínima de dos años mediante la cual si un producto está defectuoso o no coincide con lo anunciado, el vendedor está obligado a la reparación, sustitución gratuita o a ofrecer un descuento o la devolución del importe íntegro abonado cuando no se pueda reparar o sustituir el producto. Adicionalmente, los fabricantes también pueden ofrecer sus propias garantías comerciales para ofrecer una mayor protección al consumidor.
Es el proceso que consigue eliminar las limitaciones impuestas por Apple en un dispositivo con iOS. Una vez “liberado”, podrá por ejemplo instalarse aplicaciones de terceros que no estén en la AppStore.
Es el proceso que consigue obtener permisos de “superusuario” o administrador. De esta forma, se tendrá acceso al sistema sin ningún tipo de restricción permitiendo, por ejemplo, desinstalar apps preinstaladas por el fabricante o eliminar permisos.
Noticias relacionadas